Cuando el mundo se detuvo y tuvimos la oportunidad de estar en casa fuimos testigos de la magia de la naturaleza, nos mostró que podía ser más bella que nunca.

​

Entonces, fue cuando tuvimos la dicha de presenciar al mar más azul que antes, el canto de las aves pudo lograr despertarnos, los bosques florecieron, el cielo ya no era gris y el aire recuperó su pureza.

Muchas especies se sintieron libres y recuperaron parte de su hábitat; es así como los delfines nos mostraron su majestuosidad, las gaviotas su destreza y los flamencos nos cautivaron con la belleza de sus colores.

La Madre Naturaleza nos regala su mayor versión y esta vez Petit Voyageur le rinde tributo en esta nueva colección denominada “NATURA PURA”